Carola nos
deleita con una dulzura punzante en este poema. Permítase usted, como
espectador, saborear las palabras con los ojos, pero del alma. Escápese usted,
alma del espectador, y vuele por la ciudad de sus anhelos, pasee por esas
calles con mil recuerdos y regrese lleno de paz, por aún conservar, como
Carola, las sensaciones de unos ojos que siempre van más allá de lo que ven.
Observancias citadinas
Cúpula celeste
Musa de ciudad
Testigo de un caos latente
Asiento VIP del travieso azar
Madurez que acecha en tono amargo
Curiosidad ingenua obligada a escapar
Gritos autoritarios, rebeldía invicta
Utopías asfixiadas en una carrera que no da lugar
Jugueteos seductores
Asuntos de corbata
Mujeres casadas con amores varios
Vírgenes cansadas de coqueteos estrafalarios
Pasiones irrefrenables
Deseos mundanos silenciados
Sexo por que sí, sexo por que no
Sexo puritano, sexo sin control
Sujetos perdidos y aterrados
Sujetos que se aterran si se encuentran
Existencias en vuelo constante
Cuerpos vacíos que caminan sin talante
Cúpula sintética
Metro de ciudad
Testigo de un caos latente
Asiento VIP del travieso azar
Un solitario, un dormilón,
Varios lectores, algunos almas impedidas
Dos que hacen de uno
Y otros dos que quieren pero no se atreven
Miradas eternas
Amigos burlones
Roces involuntarios que sonrojan
Estrujones que de cualquier manera acaloran
Un paisaje en cuadrados infinitos
Edificios en persecución
Pasividad que impide y rememora
Cotidianidades similares sin demora
Una dama atenta
Una mente inquieta
Mil rutas imaginadas
Un mismo punto de llegada que no resuelve nada
Cúpula ocular
Mirada de ciudad
Protagonista de un caos latente
Rutina VIP del travieso azar
¿Sabe ella realmente a dónde va?
¿Por qué no para de observar?
Este es un poema de amor que no se da
Él es todos los finales que ella quiere imaginar
Cúpula celeste
Musa de ciudad
Testigo de un caos latente
Asiento VIP del travieso azar
Madurez que acecha en tono amargo
Curiosidad ingenua obligada a escapar
Gritos autoritarios, rebeldía invicta
Utopías asfixiadas en una carrera que no da lugar
Jugueteos seductores
Asuntos de corbata
Mujeres casadas con amores varios
Vírgenes cansadas de coqueteos estrafalarios
Pasiones irrefrenables
Deseos mundanos silenciados
Sexo por que sí, sexo por que no
Sexo puritano, sexo sin control
Sujetos perdidos y aterrados
Sujetos que se aterran si se encuentran
Existencias en vuelo constante
Cuerpos vacíos que caminan sin talante
Cúpula sintética
Metro de ciudad
Testigo de un caos latente
Asiento VIP del travieso azar
Un solitario, un dormilón,
Varios lectores, algunos almas impedidas
Dos que hacen de uno
Y otros dos que quieren pero no se atreven
Miradas eternas
Amigos burlones
Roces involuntarios que sonrojan
Estrujones que de cualquier manera acaloran
Un paisaje en cuadrados infinitos
Edificios en persecución
Pasividad que impide y rememora
Cotidianidades similares sin demora
Una dama atenta
Una mente inquieta
Mil rutas imaginadas
Un mismo punto de llegada que no resuelve nada
Cúpula ocular
Mirada de ciudad
Protagonista de un caos latente
Rutina VIP del travieso azar
¿Sabe ella realmente a dónde va?
¿Por qué no para de observar?
Este es un poema de amor que no se da
Él es todos los finales que ella quiere imaginar